LA CONCEPCIÓN DE SU LITERATURA

De su recorrido por su historia se desprende que el autor tiene fijación como se ha visto por la infancia y la juventud, abarcando en casi todas sus novelas y relatos esos primeros pasos y su posterior andar por la vida. En su escritura hay un periodo donde se abarca sus arranques infantiles y juveniles, y que son los que nos marcan con una señal inequívoca; de aquí, que el retrato que se haga de la vida de uno, tiene su punto de referencia en esa iniciática desenvoltura, para luego meternos en un torbellinos de relaciones, amistades, encuentros, desencuentros e intimidades, que es fácil comprender que cualquiera pueda escoger el camino que se le abra con arreglo a sus vivencias.

Desprenderse de este bagaje existencial, es casi imposible porque se va unido a él y del que no se puede uno despegar.

La literatura tiene también sus mecanismos de actuación, y a parte de la enseñanza literaria y gramatical, hay un mundo sobre cuanto se quiera decir en la escritura. Hay tres frases que le hicieron elaborar su pensamiento sobre lo que durante mucho tiempo sentía, pero nunca había definido. La primera se debe al catedrático Enrique Baena, cuando en una charla que mantuvo con él, afirmó, “lo que verdaderamente importa cuando nos introducimos en una narración, es saber novelar más que narrar”; la segunda se debe al también catedrático Antonio Garrido quien en una crítica a una de su novelas afirmaba “Un elemento clave de su narrativa es el componente ético que subyace al texto, porque no existe moralina alguna, no hay presencia del autor como detentador de un modelo de sociedad”, y la tercera es de Saramago, quien afirmaba que el “escritor debe ser primero autor antes que narrador”. No hay contradicción en estas exposiciones, porque este autor no pretende crear un modelo de sociedad, sino que la percepción que se tiene cuando se leen sus obras, se le otorga una cierta autoría al retratar la sociedad y darle el tono necesario para la reflexión dentro del testimonio recogido.

Todo ello hace que se desprenda de su novelística, de los relatos, y del teatro, la tendencia a testimoniar y a crear un estilo propio con los que define personajes y relaciones, que es lo esencial.

Hay quien ha asegurado, como se ha expuesto, que en sus novelas existen exposiciones de sugerencias que se recogen en el texto como si el lector tuviera que completar la historia, lo que siempre es algo verdaderamente importante para un autor. Son esos agujeros negros los que nos muestran el grado de vacío que contiene el texto y que en cierta medida tiene que completar el lector. En este aspecto hay supuestos muy significativos, como los referidos a los que contiene su novela “Apuntes de una crónica negra”, donde se intensifican estos matices y surgen especiales caracteres de la novela psicológica y policíaca, aunque en cualquiera de sus novelas podríamos referirnos a ellos.

Es curioso comprobar cómo el cine ha estado bebiendo continuamente de la literatura, incluso en determinados momentos adapta las propias palabras recogidas en las novelas, y es el momento de que la imagen, que siempre la tenemos presente al leer una novela, se nos vuelque con la visión que el autor desea, llegando a pensarse que cuando se lee se está traduciendo lo leído en imágenes como si se estuviera representando en una pantalla, o como se ha dicho en el párrafo anterior provocando las sugerencias oportunas para conectar más allá de los hechos que se nos presentan, es como si se afirmara cuando se lee “esto es lo que estoy viendo”.

Decía el crítico Antonio Garrido, que su admiración por la obra del autor era grande, pero no es menos cierto, que la de éste a su vez por aquél quizás mayor, cuando afirmaba, sobre el escritor que nos ocupa “que el autor tiene estilo propio, eso es muy raro y muy bueno. El estilo es la voz personal, la manera peculiar de ordenar la materia, de inventar la historia, de crear los personajes y las situaciones, de dosificar las sorpresas; en suma de crear el universo representado que es la novela”.

El autor se atiene a lo expresado, y el crítico supo entresacar los entresijos de su novelística, porque lo que se ha manifestado en estos párrafos, tiene su vigencia en los textos del autor.

Y como fuente de su filosofía, cuya manifestación ha sido expuesta en ocasiones, es “que lo local se convierta en universal”, o sea, para todos. Expresión utilizada ya por Juan Ramón Jiménez para que lo que ocurre en un simple pueblo o ciudad, es lo que sucede igualmente en otros lugares, así como las mismas interioridades y relaciones personales son comunes a una gran variedad. Y así le afirmaron en muchas ocasiones con “El toque de rebato”, de que había retratado el pueblo de quien había leído la novela, que no era el pueblo del autor.

Para completar la idea de cómo surge en el autor la escritura, cojamos su novelística y relatos para conocer a donde nos lleva.

Lo primero que hay que manifestar es que en la escritura todo cuenta para realizarla, desde la forma de estructurarla hasta atender a los puntos y a las comas tanto como a la paginación, porque todo tiene que ver en lo novelístico, y logrando a veces que se sobreponga la propia novela al autor. Preconcebir un entramado estructural inicial, resulta tan poco fiable como a quien le encargan una obra con determinado número de páginas. Y así en el “TOQUE DE REBATO”, debería tener una dimensión de doscientas o trescientas páginas que es lo pensado por el autor, y acabó con 763, de forma que el novelista realizó lo que la historia le pedía. Se dejó arrastrar. Se refiere la temática de esta obra, a un relato que le contaron de un “caso” ocurrido en un pueblo, que le lleva a que a un inocente se le desnudase en público y se convirtiese en el causante de todas las desdichas que acontecen en la comarca. En “POR LAS RUTAS DE LOS MARES”, es el recorrido por la juventud, madurez y vejez del personaje. La estructura se adapta a cada una de las etapas, donde el tiempo se va acercando al lector, pasando de tercera persona a primera. Surge de una inspección sanitaria, y de la desastrosa vida que lleva el protagonista. Cuando se efectúa el desalojo se encuentra un cheque con 5.000.000 de pesetas, que en realidad no existía, pero hay una pregunta que hacerse ¿cuál fue su vida anterior? “APUNTES DE UNA CRÓNICA NEGRA”, es el fruto de un robo que se le efectúa en el metro de París, y la evidente quietud de cuantos estaban en el vagón eludiendo el compromiso, por lo que piensa que cualquiera puede coger lo que se le antoje siempre que no afecte directamente a los demás. “EL PARAISO DE LAS FLORES MARCHITAS”, tiene su arranque en una noticia periodística donde un abogado se ve envuelto en unos robos que cometía otra persona pero que se parecía mucho a él, , dando pie a una situación de doble personalidad y a ese equívoco que lo promueve. “EL VALLE DE LOS RISCOS”, desarrolla la historia de los cuatro veranos que pasó el autor en la finca de los padres de un amigo cuando todavía era un crío, su desarrollo, la aparición del amor, y las vicisitudes entre personajes de separación de clase en una época victoriosa. En “CRÓNICAS NARRADAS”, existe un prólogo realizado por Gerásimo Arjona, profesor de literatura, que va explicando los contenidos de cada uno de los relatos.

Las manifestaciones que el autor ha hecho en sus diferentes exposiciones y presentaciones nos indican su forma de escribir.

  • Siempre ha pretendido testimoniar
  • Ha procurado que sus novelas, teatro, relatos, tiendan a sorprender.
  • Divertir es otra de sus ideas, pero no es  hacer que una persona ría, sino que se sienta atraída por la historia.
  • Que la mezcla de realidad y ficción se diluya donde nadie sepa dónde empieza una y termina la otra
  • En sus novelas surge el mundo de las apariencias, entre lo que se ve por fuera y lo que existe en el pensamiento.
  • También es evidente el mundo de las sugerencias que nos acerca tanto al campo cinematográfico.
  • Hay que atender al desarrollo narrativo, al dibujo de los personajes, a las ideas, a la estructura y a algo que se nos olvida, la naturaleza de los instintos.
  • Todo ello lleva a ese mundo que es tan nuestro y que se vislumbra en tantas escrituras, como, la frustración, la desolación, la cotidianidad, el hastío, la soledad, la incomunicación, el abandono, la opresión, el sexo, la inestabilidad, el fracaso de las relaciones, el mundo que llevamos en nuestro interior, las relaciones íntimas, la felicidad, etcétera.
  • En un 90 y tantas por 100 sus obras están basadas en hechos sacados de la realidad.

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